
El secretario de Agricultura de la Nación, Sergio Iraeta, recibió ayer a los representantes de la Mesa de Enlace de Entidades Agropecuarias, en un encuentro solicitado por los ruralistas al ministro de Economía, Luis Caputo, tras la oficialización de la reducción temporal de las retenciones. Sin embargo, las demandas del sector siguen siendo varias.
Entre los temas tratados, las entidades agropecuarias destacaron la situación crítica de la cuenca del Río Salado. Las intensas lluvias del mes pasado dejaron casi 2 millones de hectáreas productivas bajo agua, con un impacto económico difícil de calcular. En ese contexto, se había estado llevando a cabo una obra de dragado hasta diciembre de 2023, que tenía como objetivo mitigar los anegamientos y mejorar el escurrimiento del agua.
“Es una obra fundamental para los productores”, comentó Lucas Magnano, presidente de CONINAGRO, tras el encuentro. “Esperamos que los fondos se destraben pronto”, agregó. Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural, por su parte, pidió que “el Gobierno priorice la inversión, tanto pública como privada, en obras que aumenten la competitividad del sector y prevengan futuros desastres”.
Además, en vísperas de una nueva cosecha, la Mesa de Enlace destacó el mal estado de las rutas. Andrea Sarnari, titular de Federación Agraria, señaló la “urgencia de mejorar la infraestructura, especialmente en las rutas, ya que muchas se encuentran en condiciones muy deterioradas”. Ante la falta de respuestas, los ruralistas solicitaron a Iraeta una reunión con autoridades de Vialidad Nacional para abordar este tema.
Otro de los temas tratados fue la creciente preocupación por la seguridad rural. Las entidades expresaron su preocupación por la “escalada de delitos en el ámbito rural” y propusieron crear un espacio de trabajo conjunto con el Ministerio de Seguridad de la Nación y las provincias. Además, plantearon la posibilidad de revivir una Mesa Federal de Seguridad Rural, para coordinar esfuerzos y enfrentar esta problemática de manera más efectiva.
Las demandas de los ruralistas no se limitaron a estos puntos. También expresaron su inquietud por la nueva política arancelaria de Estados Unidos, la barrera sanitaria patagónica, la declaración de emergencias agropecuarias en varias provincias y la incertidumbre respecto a las retenciones futuras. A pesar de todo, las entidades celebraron el “compromiso de seguir trabajando en conjunto para garantizar previsibilidad y encontrar soluciones a los desafíos que enfrenta el sector agropecuario”.