
A pocos días de anunciar despidos masivos, la empresa láctea Sancor presentó la apertura de un concurso preventivo de acreedores, en medio de una situación financiera crítica, con una deuda acumulada que asciende a 400 millones de dólares. Este lunes, un grupo de empleados despedidos se concentró frente a la planta de Don Torcuato, en Tigre, exigiendo la reincorporación a sus puestos de trabajo.
Los trabajadores denunciaron que, además de los despidos, llevan tres meses sin cobrar sus salarios y no han recibido el aguinaldo correspondiente a diciembre. Según afirmaron, días antes de comenzar con los despidos, la empresa habría retirado los productos del depósito y apagado las máquinas. "Sancor solo estaría distribuyendo sus productos a través de concesionarios", señalaron algunos de los empleados.
Los telegramas de despido, que los trabajadores recibieron, solo mencionan "razones de fuerza mayor", lo que generó malestar entre los afectados. Además, los empleados cuestionaron la actitud de la conducción de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), que no se presentó al reclamo realizado en la planta de Don Torcuato.
La situación en el depósito de Tigre se enmarca dentro de una serie de despidos que ya afectan a más de 300 trabajadores de las plantas de Sancor en Santa Fe y Córdoba. La empresa, en su intento de evitar la quiebra, presentó el pedido de apertura del concurso preventivo de acreedores. El proceso fue asignado al Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de la Cuarta Nominación, en la ciudad de Rafaela, provincia de Santa Fe, y tiene como objetivo intentar resolver la delicada situación económica y financiera de la compañía.