El Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires, a través de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, sigue adelante con la construcción de puentes ferroviarios y carreteros en la Cuenca del Río Salado, una obra clave para mejorar la circulación y seguridad vial en los partidos de Lobos, Roque Pérez, General Belgrano y San Miguel del Monte.
La iniciativa contempla la ejecución de tres puentes: uno ferroviario en Gorchs, partido de General Belgrano, y dos en Roque Pérez, uno de ellos vial y el otro ferroviario.
“El objetivo de estas obras no es solo mejorar la circulación y la seguridad vial en la región, sino también fortalecer la conectividad entre ciudades y respaldar el desarrollo productivo de la Provincia”, destacó el Ministro Katopodis.
En ese sentido, agregó: “No es con enfrentamientos ni comentarios vacíos. Vamos a resolver los problemas de la gente trabajando con seriedad, priorizando siempre a los trabajadores, las pymes y el desarrollo de nuestras ciudades”.
Uno de los proyectos destacados es el Puente Ferroviario Ferrocarriles Videla Dorna – Gorchs, que conectará San Miguel del Monte y General Belgrano. Este puente, de 276 metros de longitud, permitirá vincular la Ciudad de Buenos Aires con Bahía Blanca para el transporte de pasajeros y carga.
Por otro lado, se está llevando a cabo el reemplazo del puente ferroviario actual entre los Ferrocarriles Roque Pérez – Salvador, que debido al deterioro ya no permite el tránsito. Además, el puente carretero mejorará las condiciones viales en la zona, beneficiando tanto a los vecinos como a los productores, y facilitará el acceso directo a una escuela rural desde Roque Pérez.
Ambos proyectos incluyen la canalización de la sección hidráulica del Río Salado en su Tramo Nº 4-1b, en jurisdicción del Partido de Roque Pérez.
Estas obras forman parte del Plan Maestro Integral del Río Salado, una estrategia de planificación y administración sustentable del recurso hídrico en una de las áreas productivas más importantes del mundo. El plan abarca 59 localidades y 17 millones de hectáreas, con el objetivo de ensanchar el cauce y profundizar los 700 kilómetros del río, reducir el impacto de las inundaciones y recuperar 8,5 millones de hectáreas productivas. Además, busca preservar y mejorar el valor ambiental de la cuenca, enfocándose en los humedales, los recursos hídricos subterráneos y la calidad de los suelos.