
La torre del Parque de la Ciudad, la Basílica de San José de Flores, el recientemente rebautizado Palacio Libertad, el arco del Autódromo Oscar y Juan Gálvez, el mercado Spinetto y el Estadio Monumental, junto con varios hospitales y estaciones de tren, integran una lista de edificaciones propuestas para recibir el estatus definitivo de bienes del patrimonio urbano y asegurar su protección.
La lista se encuentra en discusión en la Legislatura y podría ser llevada al recinto para su aprobación este jueves. Sin embargo, fuentes parlamentarias han señalado que no hay confirmación sobre su tratamiento en la sesión, debido a la controversia generada por la inclusión de La Bombonera, el estadio del Club Boca Juniors, entre los más de 4,300 inmuebles propuestos. Si se concreta la protección permanente, el club no podría realizar modificaciones en el volumen de la estructura, impidiendo cualquier tipo de obra, incluyendo la que actualmente tiene en proyecto la comisión directiva. Ante esta situación, la institución solicitó a la Legislatura, mediante una nota, que se retire la ficha del estadio del debate.
Ante la controversia surgida, el gobierno porteño afirmó que el estadio "Alberto J. Armando" cuenta con un grado de protección estructural desde 2014. En un comunicado, la administración de Jorge Macri destacó que la decisión final será responsabilidad de la Legislatura. La opción que se está considerando consiste en otorgar una protección menor que permita llevar a cabo las obras.
El Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales de la Ciudad (CAAP) –integrado por representantes del Estado y referentes del área de conservación– es el encargado de identificar las edificaciones que fueron construidas antes de 1941 que reúnan las características que las lleve, en una primera etapa, a formar parte del “catálogo preventivo” de bienes protegidos.
El consejo evalúa las cualidades de cada edificio, considerando elementos relevantes, su valor como testimonio de una organización social o forma de vida que contribuya a la memoria histórica colectiva, así como características de diseño que lo hagan singular y su relación con el entorno y el paisaje.
Una vez superado el análisis, queda confeccionada la lista desde el CAAP y se eleva desde el Ejecutivo a la Legislatura para que sancione la ley que incorpore a los edificios seleccionados ya oficialmente al “catálogo definitivo” y engrosar el acervo edilicio porteño que suele estar bajo amenaza de demolición.