A orillas del río Paraná, los municipios de San Pedro y Baradero regalan a sus visitantes postales, historia y mucha biodiversidad. Allí, el curso del río se convierte en un escenario perfecto para disfrutar de una experiencia única todo el año.
El Parque Del Este: un santuario natural
En Baradero, la reserva natural Parque Del Este está ubicada en el sector de mayor biodiversidad de la provincia de Buenos Aires y tiene como objetivo poner en valor y resguardar la riqueza de la naturaleza autóctona.
El río Baradero, brazo del Delta del Paraná, nace en el puerto de San Pedro y serpentea a lo largo de 46 kilómetros antes de desembocar en el Paraná de las Palmas. Este cauce de aguas anchas, entre 85 y 90 metros, es perfecto para la práctica de deportes náuticos como remo, vela, esquí acuático y motonáutica.
“Es un sitio de interpretación donde se aprecia el desnivel de una barranca de 25 metros de altura. El área conserva el bosque de Talar y tiene la mayor cantidad de especies ornitológicas de la provincia de Buenos Aires”, aseguró Pablo Giorgetti, director de Turismo local.
Las aguas dulces de este sector bonaerense albergan al patí, surubí, boga, dorado y bagre blanco. Entre sus actividades destacadas se encuentran la pesca, el campamentismo, las caminatas, las competencias deportivas y los recorridos culturales. Un lugar donde la belleza y la tranquilidad está asegurada.
La huella de la batalla
San Pedro se enorgullece de ser el hogar del Parque Histórico y Natural Vuelta de Obligado, un auténtico símbolo de la soberanía nacional. Este sitio ubicado en el Pueblo Turístico Vuelta de Obligado, testigo del enfrentamiento fluvial de 1845, conserva los cañones y el juego triple de cadenas utilizados para detener las flotas anglo-francesas.
Se trata de un importante espacio histórico, abrazado por la Reserva Municipal y Refugio de Vida Silvestre. Senderos bien trazados permiten a los visitantes explorar una diversidad única de especies nativas que lo convierten en una reserva urbana integral. Desde el museo histórico Batalla de Obligado hasta el Paseo Costanero, las barrancas y la vegetación autóctona crean un entorno idílico para caminatas y paseos en bicicleta.