A 17 años de la segunda desaparición del albañil y exmilitante Jorge Julio López, su hijo Rubén señaló que “no hay algo nuevo” en la investigación judicial del caso y se mostró “preocupado” por los discursos “pro dictadura”.
En declaraciones radiales, Rubén López dijo que el 18 de septiembre “es una fecha particular” y señaló que “no hay algo nuevo” en la investigación que “nos permita tener una idea” de que pasó, “más allá de las sospechas que podamos tener”.
“Hace dos años que fui a hablar con el doctor Hernán Schapiro, que hacía poco tiempo se había puesto a cargo de la Fiscalía de Lesa Humanidad y nos contaba que estaban haciendo un montón de cosas, y en ese montón de cosas yo le fui muy claro: ‘vos me podés mostrar un montón de papeles, pero el problema es que toda esta investigación termina siendo nula”, indicó.
De cualquier manera, señaló que “la esperanza” de saber qué pasó “no la vamos a perder nunca” y contó que “ya está la generación que va a seguir reclamando”. “En algún momento alguien de la familia va a tener la posibilidad de saber”, indicó.
López se mostró además “preocupado” por los discursos que reivindican a la dictadura cívico militar. “Hace un tiempo a estos personajes les decía negacionistas, pero luego de ver a la candidata a la vicepresidencia por el espacio libertario (Victoria Villaruel) en la Legislatura cambié el pensamiento: son pro dictadura”, advirtió.
El hijo del militante desaparecido señaló que estos espacios “quieren abrir estos debates que ya están saldados” y que “el Nunca Más es nunca más”, aunque “sin López no es Nunca Más”. En esa línea, indicó que “cuanto más esté” el discurso prodictadura “es cuando más tenemos que salir”.
Jorge Julio López fue desaparecido por primera vez el 27 octubre de 1976. Durante cinco meses, pasó por varios centros clandestinos de detención, en los que fue torturado y presenció asesinatos. Lo “blanquearon” en la Unidad Penal Nº 9 de La Plata y fue liberado recién en julio de 1979.
Veinte años después, en 1999, declaró en los Juicios por la Verdad, un procedimiento que no tenía efectos penales; y en 2006, tras la anulación de las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final, su testimonio fue clave en la causa contra Miguel Osvaldo Etchecolatz.
Fue desaparecido por segunda vez el 18 de septiembre de ese año de su casa ubicada en la localidad de Los Hornos (La Plata), en vísperas de la condena al genocida Etchecolatz.
Este lunes, referentes y organizaciones políticas y sociales salieron también a recordar y reclamar por López. Entre ellos, se expresaron el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, y la candidata a presidenta del PTS/Frente de Izquierda, Myriam Bregman, quien se desempeñó como abogada de López en el juicio contra Etchecolatz.
“Julio López recorrió comisarías con otros sobrevivientes, declaró en varias causas y el 18 de septiembre de 2006 quería estar en la sala de audiencias porque íbamos a alegar en su nombre pidiendo condena por genocidio. Nunca llegó. Nunca apareció. Nunca se abrieron los archivos”, escribió la referente de izquierda en las redes sociales.