La tradicional Fiesta Provincial del Inmigrante en Berisso se manifiesta con diversos bailes, comidas, músicas, arquitecturas y técnicas que llegaron a la provincia de Buenos Aires desde distintos países.
Colectividades italiana, española, alemana, ucraniana, belarusa, armenia, arabe, yugoslava, polaca, portuguesa, caboverdeana, eslovaca, albanesa, eslovena, croata, búlgara, griega, irlandesa, lituana, yugoslava, peruana, colombiana, francesa, mexicana e israelita, entre otros, construyen la identidad berissense.
Durante los siglos XIX y XX, la llegada de inmigrantes ultramarinos a los puertos del Río de La Plata conformó una población unida por diferentes etnias que se integró a la cultura nativa argentina.
La gran cantidad de personas que se establecieron en Berisso -situado a 6 km de La Plata- fue producto de su ubicación portuaria y de su extensa oferta de trabajo fabril por aquellos años.
Con el objetivo de proteger y promocionar el patrimonio y preservar tradiciones, desde 1977, la ciudad realiza la Fiesta Provincial del Inmigrante con amplia participación de la comunidad local en las actividades y propuestas socioculturales.
“Los ballet se preparan todo el año para mostrar nuevos trajes, danzas y música”, contó Irina Oslovsky, delegada de la colectividad belarusa y tesorera de la Asociación de Entidades Extranjeras (AEE), institución organizadora del evento.
Miles de turistas se acercan a este espectáculo deslumbrante que conmemora su 46º edición desde el domingo 3 de septiembre al domingo 15 de octubre, en diferentes horarios y espacios físicos de la localidad declarada como Capital Provincial del Inmigrante.
La grilla de los festejos incluye el 8° Concurso de Comidas Típicas: “Los Sabores de Berisso”, el Desembarco Simbólico de los Inmigrantes en la explanada del Puerto La Plata, el Festival de Colectividades, la elección de la Embajadora y del Embajador Provincial del Inmigrante, espectáculos musicales muy coloridos, manjares de cada país, encuentro de coros y feria de artesanías, con entrada libre y gratuita.
“Todos los años nos sorprendemos porque siempre pasa más gente de la que esperábamos”, aseguró Irina.
En la escollera del puerto local, con objetos y vestimentas de época, descendientes de inmigrantes recrearán el momento cuando sus familiares pisaron por primera vez estas tierras.