
Vicente López tiene un nuevo cuerpo de vigilancia callejera. En el día de ayer, el Municipio lanzó la Patrulla Motorizada, que tiene por objetivo mejorar su plan integral de seguridad. Los agentes incorporados tendrán a su cargo tareas de vigilancia, persecución y asistencia en los diversos barrios que conforman el distrito del norte del Conurbano.
Entre las novedades que la Patrulla Motorizada se destacan las motos que usarán los agentes del cuerpo: se trata de las potentes Kawasaki KLR 650, vehículos de producción nacional que tienen una fuerte historia, con más de 35 años de vigencia en el mundo. Las motos fueron presentadas en un acto encabezado por la Intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, quien estuvo acompañada por el Secretario de Seguridad, Juan José Benítez.
“Es un día muy importante para todo el equipo de seguridad de Vicente López. Estamos sumando un nuevo cuerpo de patrulla completamente motorizado que va a estar circulando, patrullando y vigilando cada uno de los barrios de nuestro municipio”, sostuvo la jefa comunal.
De acuerdo con lo informado por el municipio, los agentes incorporados fueron capacitados en RCP, primeros auxilios, manejo de desfibriladores automáticos, proceso penal y diversas técnicas de seguridad para poder brindar una respuesta eficaz e integral ante cualquier emergencia.
“Esta Patrulla Motorizada se suma al plan integral de seguridad que hace muchos años tuvimos la decisión política y que hoy sostenemos con mucha firmeza, lo que impulsamos con Jorge Macri hoy lo estamos continuando”, agregó Soledad Martínez.
Cómo son las motos incorporadas
El cuerpo que integra la nueva Patrulla Motorizada se manejará por la ciudad con motocicletas Kawasaki KLR650, un modelo moderno apto tanto para caminos urbanos como rurales, que permitirá mejorar las técnicas de persecución en caso de que se cometa un ilícito.
La Kawasaki KLR 650 es una moto de trial producida en la Argentina pero tiene ya 35 años de vigencia en el mundo, por lo que es un clásico en su segmento. Nacida en 1987, regresó al mercado local en 2022 a través del Grupo Iraola, que la ensambla en la planta que tiene en la localidad santafesina de Venado Tuerto.
Se la conoce como “la moto para ir al fin del mundo” por la combinación de potencia y versatilidad que ofrece. Mide casi 2,3 metros de largo. Está equipada con un motor de 652 cm3, acoplada con una transmisión de cinco velocidades, que le permite desarrollar una velocidad máxima cercana a los 160 kilómetros por hora.
Además, estas unidades cuentan con “body cams”, una pequeña cámara de seguridad hecha para motocicletas que permite grabar y registrar cada procedimiento realizado por los agentes, con la intención de que el patrullaje se vuelva más eficaz y rápido a la hora de dar asistencia a los vecinos de Vicente López.