La provincia de Buenos Aires oficializó la declaración de Monumento Natural Provincial para la mariposa Bandera Argentina, tras la publicación de la ley en el Boletín Oficial, una medida que apunta a garantizar la preservación de la especie y del ecosistema del que depende frente a amenazas ambientales.
La normativa, sancionada por la Legislatura y promulgada por el Ejecutivo bonaerense, establece un régimen de protección integral que incluyó la prohibición de la caza y de cualquier tipo de alteración de su entorno natural.
Entre los principales lineamientos, la ley obliga al Gobierno provincial a realizar estudios periódicos sobre el estado de la población de la mariposa y a analizar las causas que provocan su disminución en distintas regiones del territorio bonaerense.
Además, se dispuso la implementación de campañas educativas y mecanismos de colaboración con la comunidad para fomentar la conservación de los bosques nativos, espacios fundamentales para el desarrollo de la especie.
Las poblaciones más relevantes desde el punto de vista demográfico se concentraron en Punta Lara, la Isla Martín García, Punta Indio y Magdalena, zonas donde se registra una mayor presencia del insecto en su hábitat natural.
La mariposa Bandera Argentina ya había sido reconocida a nivel local en distintos distritos. El municipio de Punta Indio la declaró especie emblemática y en 2015 organizó la primera Fiesta de la Mariposa Bandera Argentina, con la inauguración de una escultura en hierro ubicada en el acceso a la localidad.
Por su parte, el distrito de Magdalena la declaró “Especie emblemática del Parque Costero del Sur” mediante la Ordenanza 3209/14, reforzando su valor ambiental y cultural dentro de la región.
Desde el punto de vista biológico, la especie, cuyo nombre científico es Morpho epistrophus argentinus, se destacó por sus colores celeste y blanco con detalles negros, y suele observarse durante el verano y el inicio del otoño.
Su ciclo de vida está estrechamente vinculado al coronillo (Scutia buxifolia), un árbol nativo de la ecorregión del Espinal que actúa como hospedador de sus orugas y se encuentra en los bosques de talares bonaerenses, distribuidos desde el norte provincial hasta la zona de Mar del Plata.
Con esta declaración, la provincia de Buenos Aires reforzó su política de preservación de la biodiversidad, otorgando una herramienta legal clave para proteger una de las especies más representativas de su patrimonio natural.