En el marco de cambios institucionales, Agustín Neme fue designado como intendente interino de Mar del Plata, luego de que Guillermo Montenegro asumiera un cargo como senador. La decisión implica que Neme queda al mando del municipio mientras se define la estructura de gobierno.
La transición se efectiviza a partir de hoy, y marca una situación inusual en la ciudad: una doble intendencia, donde Montenegro conserva su mandato como intendente electo, mientras Neme asume de forma transitoria la conducción operativa del municipio.
Neme llega al cargo con antecedentes en la gestión local, aunque los medios locales destacan que su perfil es más técnico que político. Su convocatoria al frente del Ejecutivo municipal busca garantizar continuidad administrativa mientras se completa la vacancia generada por la asunción de Montenegro en el Senado.
El nuevo esquema de conducción genera expectativa sobre el rumbo de la gestión municipal: vecinos, sectores sociales y actores políticos observan de cerca cómo se articulará la intendencia interina y si Neme mantendrá las prioridades y políticas impulsadas por Montenegro o adoptará nuevas orientaciones.
La situación marca un precedente institucional en Mar del Plata: la simultaneidad de un intendente electo con funciones legislativas nacionales y un intendente interino, lo que plantea desafíos administrativos, de legitimidad democrática y de gobernabilidad local.