El asado de Navidad y Año Nuevo: las ciudades más caras y más baratas de la Provincia

El precio del asado en la provincia de Buenos Aires volvió a exponer una brecha marcada entre localidades productivas del interior, centros urbanos y destinos turísticos. El recorrido por carnicerías de distintas ciudades reveló cuánto deberá desembolsar cada familia para servir costilla durante Navidad y Año Nuevo, con variaciones que modificaron los planes de muchos consumidores.

El informe mostró que los valores más altos se concentraron en distritos con fuerte estacionalidad o costos elevados, mientras que las zonas ganaderas mantuvieron precios más contenidos. Las diferencias sorprendieron incluso a los carniceros consultados, quienes coincidieron en que las ventas cayeron por los recientes incrementos.

Las zonas productivas y los precios más accesibles

En San Nicolás, el kilo de costilla alcanzó los $15.500, una cifra que ubicó a la región entre las más competitivas del mapa. En Trenque Lauquen, uno de los polos agropecuarios del oeste, el valor se ubicó en $16.200. Allí, Darío, de Carnicería Cacho, sostuvo que “se sintió el aumento y se paró la venta”, reflejando el impacto de la suba en la demanda.

Más al centro, en Olavarría, el precio llegó a $16.500 y los comerciantes describieron un escenario similar. En Junín, otro punto clave del Noroeste, el kilo se ubicó en $18.940, dentro del rango medio de la región.

En el corazón serrano, Tandil se transformó en la gran sorpresa del relevamiento. En Porc Carnicerías, el valor del asado fue de $14.390, uno de los más bajos de toda la provincia. Desde el local señalaron que “los precios se están manteniendo”, lo cual permitió que la ciudad quedara como referencia del asado accesible en la previa de las Fiestas.

La Costa Atlántica y el efecto temporada

El recorrido por la Costa dejó en evidencia el peso del turismo. En Mar del Plata, el kilo costó $14.990, un valor competitivo para una ciudad de gran escala. Desde El Casco Carnes destacaron que no hubo subas significativas, lo que ayudó a mantener la demanda.

La realidad cambió al avanzar hacia los balnearios más exclusivos. En Pinamar, La Nueva Yunta marcó el valor más alto del estudio: $21.000 por kilo, cifra que confirmó el impacto de la temporada. En Monte Hermoso, otra ciudad con fuerte estacionalidad, el precio ascendió a $18.800 en Carnicería Emiliano MH.

Los precios en grandes centros urbanos

En Bahía Blanca, un distrito marcado por la actividad portuaria e industrial, Total Carnes ubicó el kilo en $17.500, dentro del segmento intermedio del mapa provincial. En La Plata, los montos fueron más altos: Carnicería 1961 registró $20.000, con ventas a la baja por la pérdida de poder adquisitivo.

En el Conurbano, considerado el termómetro económico bonaerense, los incrementos se sintieron con mayor velocidad. En El Palomar, Marito Laurens explicó que “el asado valía $12.800 y ahora está llegando a las 20 lucas”, mientras que en Quilmes Oeste el precio rondó los $16.000 según diferentes comercios.

Un mapa diverso para las Fiestas

Los datos recopilados dejaron patrones claros que condicionarán las celebraciones de fin de año. Las ciudades del interior productivo concentraron los mejores valores; la Costa Atlántica y la capital provincial mostraron los montos más elevados; y el Conurbano marcó un ritmo de subas aceleradas que golpeó el consumo.

Aun con diferencias tan profundas, el asado continuó siendo un símbolo arraigado en la identidad bonaerense. Para muchas familias, encender la parrilla en Navidad o Año Nuevo representó un esfuerzo adicional, pero también la continuidad de una tradición que traspasó precios, regiones y realidades económicas.