El Ministerio de Transporte de la provincia de Buenos Aires quedó nuevamente en el centro de la agenda pública tras comunicar la suspensión preventiva de la licencia de conducir de Álvaro Roza, más conocido en redes sociales como “El Toro”. La decisión se tomó después de que circulara un video en el que el influencer aparece al volante mientras mantiene una videollamada, situación que reavivó el debate sobre el uso del celular durante la conducción.
Desde la cartera encabezada por Martín Marinucci difundieron un mensaje firme para justificar la medida. “Este ciudadano aprovechó su alcance digital para dar un pésimo ejemplo. Apenas vimos las imágenes, iniciamos el trámite para inhabilitar de manera inmediata su licencia. El uso del celular al volante es una de las principales causas de siniestros evitables y en la Provincia la ley se aplica sin excepciones”, señalaron.
El propio Roza respondió en la misma publicación oficial y defendió su conducta. Aseguró que utilizó el sistema manos libres, que el teléfono permaneció fijo en un soporte y que en ningún momento manipuló el dispositivo. “Cumplí con cada norma. La ley prohíbe tener el celular en la mano, no usar manos libres”, argumentó, al tiempo que pidió poner el foco en “las verdaderas urgencias de la seguridad vial”.
Su descargo dividió a los usuarios. Mientras algunos respaldaron su postura y cuestionaron al ministerio por actuar sobre este caso puntual, otros remarcaron que una videollamada implica una distracción peligrosa aunque no haya manipulación del dispositivo.
A pesar de la inhabilitación administrativa, en las redes del influencer se lo vio manejando con normalidad durante la jornada del miércoles. Como no hubo un operativo presencial, la licencia no fue retenida físicamente y el procedimiento avanzó de oficio, lo que generó nuevas discusiones sobre la efectividad de este tipo de sanciones.
El episodio volvió a poner sobre la mesa la responsabilidad de quienes generan contenido en plataformas digitales y la influencia que sus prácticas pueden tener en miles de seguidores. Aunque la interpretación de la normativa pueda admitir matices, especialistas en seguridad vial insisten en que grabarse o mantener videollamadas mientras se conduce supone un riesgo real para quienes están en la ruta.