Marisol, entre el mar y el río: el paraíso escondido de la costa bonaerense

Balneario Marisol, también conocido como Balneario Oriente, se ubica en el partido de Coronel Dorrego y ofrece un paisaje poco intervenido donde el Atlántico se encuentra con la desembocadura del río Salado. Es un destino ideal para familias y para quienes buscan desconectar del ritmo urbano, rodeados de naturaleza pura y hospitalidad bonaerense.

Uno de los atractivos principales es la convivencia entre el mar y el río: se puede pasar del oleaje atlántico a las aguas calmas del Salado en pocos pasos. En su desembocadura, el río forma un estuario con barrancas y médanos que enmarcan un paisaje único del sur bonaerense.
La pesca es otro de los grandes motivos para elegir Marisol. Desde la costa o embarcado, según la temporada, se pueden capturar pejerrey, lenguado, corvina, pez gallo o gatuzo, con operadores locales habilitados. Las playas amplias y poco concurridas invitan a largas caminatas, mate al atardecer y jornadas sin aglomeraciones.

A pocos kilómetros del balneario se encuentra uno de los tesoros naturales de la zona: la Cascada Cifuentes, sobre el río Salado, considerada el salto de agua más alto de la provincia, con entre seis y ocho metros de altura según el caudal. En sus alrededores se pueden visitar otros puntos de interés, como la Cueva del Tigre, el Puente Viejo y los restos de una antigua usina. Todas son salidas cortas desde Marisol, señalizadas desde la Ruta Nacional 3.

El acceso combina ruta y un tramo final de ripio: desde la RN 3, a la altura del kilómetro 530, se toma el desvío hacia Oriente y desde allí se recorren unos 22 kilómetros hasta la villa balnearia. Esa distancia, que para muchos representa el comienzo del descanso, es parte del encanto del lugar.
La villa cuenta con cabañas, hospedajes y camping arbolado, junto con servicios básicos para una estadía tranquila. Cada temporada crecen las propuestas gastronómicas y las actividades recreativas, sin perder la esencia de un pueblo pequeño y hospitalario.

Un dato que forma parte de su historia: Diego Maradona veraneó en Marisol a principios de los años 90, buscando privacidad junto a su familia. Incluso llegó a disputar un partido a beneficio en la cancha del club local, recuerdo que los vecinos mantienen vivo como una de las postales más queridas del lugar.

Con su mezcla de mar abierto, río, barrancas y naturaleza intacta, Marisol se consolida como un destino diferente dentro del mapa bonaerense: un rincón sereno, con historia y belleza, para quienes buscan un verano auténtico.