
La crisis del consumo volvió a golpear al comercio minorista: los supermercados Vea, pertenecientes al grupo Cencosud, cerraron sus locales en Moreno y Morón, dejando a 80 trabajadores sin empleo. La decisión, confirmada por fuentes gremiales, responde a la baja en las ventas y al aumento de los costos.
Según informó el Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines de Zona Oeste (SEOCA), parte del personal recibió la indemnización completa, mientras que otro grupo fue reubicado dentro de la compañía. “La facturación bajó mucho por la caída estrepitosa del consumo”, explicó Hugo Pintos, tesorero del gremio.
En Castelar (Morón), el cierre se hizo visible con un cartel en la puerta que agradecía a los clientes “su preferencia durante estos años”. Hasta el lunes anterior, la sucursal continuaba operando con normalidad. En tanto, en Moreno, la empresa dejó de funcionar en un local alquilado, lo que facilitó la salida.
La preocupación fue mayor en Castelar, donde el terreno es propiedad del grupo. “Nos sorprendió que bajaran una tienda rentable solo por los costos”, comentó un delegado gremial. El hecho evidencia la profundidad de la crisis incluso en locales con patrimonio propio.
El supermercado Vea forma parte del conglomerado Cencosud, de capitales chilenos y argentinos, que también maneja otras marcas del rubro. Según estimaciones sindicales, las ventas del grupo cayeron un 30 % respecto al año pasado, cuando ya se había registrado otra baja considerable.
Desde la empresa, argumentaron que el aumento de los alquileres fue determinante en el caso de Moreno, mientras que los costos operativos y energéticos afectaron el rendimiento general. En un contexto de consumo deprimido, las cadenas buscan reducir gastos y concentrar operaciones en zonas de mayor rentabilidad.
El cierre de ambas sucursales se suma a una serie de despidos en el sector minorista durante los últimos meses. “Por ahora se resolvió sin conflicto sindical, pero el panorama es desalentador”, advirtió Pintos, quien alertó sobre la posibilidad de nuevos cierres si la caída en la demanda continúa.
Economistas consultados señalaron que la combinación de salarios rezagados, inflación alta y tarifas elevadas redujo drásticamente el poder de compra de los hogares. El consumo masivo acumula una retracción superior al 15 % en lo que va del año, con impacto directo en los supermercados y comercios de proximidad.
La imagen de los locales vacíos y los carteles de despedida se convirtió en una nueva postal de la crisis. Mientras los vecinos lamentan la pérdida de una fuente de empleo y abastecimiento, los trabajadores intentan reubicarse en un mercado laboral cada vez más cerrado.
El cierre de Vea en Moreno y Morón deja al descubierto que la recesión no distingue marcas ni tamaños: el consumo se desploma y hasta los gigantes del sector comienzan a achicarse para sobrevivir.