
La Junta Electoral Nacional de Buenos Aires, presidida por el juez federal Alejo Ramos Padilla, llevó adelante en La Plata una audiencia decisiva para definir si se autoriza la reimpresión de las boletas tras la renuncia de José Luis Espert. Casi todas las fuerzas políticas rechazaron el pedido de La Libertad Avanza (LLA), que busca eliminar la imagen del economista y colocar la de Diego Santilli.
El magistrado abrió la jornada con una advertencia sobre los tiempos: “La impresión de la boleta única insumió aproximadamente quince días en el proceso anterior, lo que obliga a considerar los plazos operativos para evitar retrasos”, planteó. La frase, que generó incomodidad entre los enviados del Gobierno nacional, marcó desde el inicio el tono del debate.
El ministro del Interior, Lisandro Catalán, participó en representación del Ejecutivo y presentó un informe oficial que estima el gasto de reimpresión en $12.169.655.000. “Fue todo tan transparente y eficiente que las partidas de Hacienda tuvieron un excedente de quince mil millones que podrían destinarse a la reimpresión o devolverse”, aseguró.
Desde el Correo Argentino, el director Camilo Baldini explicó que seis imprentas están listas para iniciar el proceso y que la tarea demoraría entre cinco y nueve días. Sin embargo, las papeletas llegarían a los distritos bonaerenses el jueves 23 de octubre, apenas setenta y dos horas antes de los comicios.
Ramos Padilla dejó en claro que el escenario no es sencillo: “Si todas las fuerzas hubiesen estado de acuerdo, la situación sería diferente”, señaló, apuntando a la oposición casi unánime. Los apoderados de distintos espacios coincidieron en que la propuesta libertaria carece de sentido práctico y de justificación política.
El representante de LLA, Luciano Gómez Salvarini, defendió el pedido y aseguró que “como casi todas las boletas están distribuidas, no existiría riesgo de reimprimirlas”. Pero desde Fuerza Patria, Eduardo López, respondió con ironía: “La ciudadanía ya tiene casi decidido el voto; no creo que nadie se fije en la foto”.
Más allá del debate técnico, el trasfondo político fue evidente. El Gobierno planea apelar el fallo del propio Ramos Padilla que impidió que Diego Santilli encabece la lista bonaerense de La Libertad Avanza tras la baja de Espert. La estrategia apunta a que la Cámara Nacional Electoral habilite el corrimiento de la nómina, incluso sin modificar las boletas ya impresas.
En el entorno libertario admiten que el fallo complicó la ingeniería electoral del espacio y tensionó el vínculo con sectores del PRO. La figura de Javier Milei, impulsor del acuerdo con Santilli, quedó en el centro de la tormenta política.
La audiencia, de la que también participaron la presidenta de la Suprema Corte bonaerense, Hilda Kogan, y el camarista Jorge Di Lorenzo, terminó sin resolución final. Ramos Padilla analizará los argumentos antes de emitir su fallo, aunque dejó entrever su escepticismo frente a los plazos y al pedido libertario.
En el cierre, la soledad política de La Libertad Avanza quedó expuesta. Entre la presión judicial, los costos millonarios y el reloj electoral en marcha, el espacio libertario enfrenta una de sus batallas más complicadas antes del 26 de octubre.