
La tradicional Peregrinación Juvenil a Pie a Luján celebrará este fin de semana su edición número 51, con la participación de cientos de miles de fieles de todo el país. Bajo el lema “Madre, danos amor para caminar con esperanza”, los devotos iniciarán el recorrido desde el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, con destino a la Basílica de Nuestra Señora de Luján.
El trayecto comprende unos 63 kilómetros a lo largo de la Ruta Nacional N°7 y se estima que demandará alrededor de 15 horas de caminata. Los primeros grupos comenzarán a salir durante la jornada del sábado, mientras que el acto central se desarrollará el domingo a las 7hs en la Plaza Belgrano, frente a la basílica.
La actividad, coordinada por la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular del Arzobispado de Buenos Aires, contará con puestos sanitarios y de asistencia gratuita en distintos tramos del recorrido. Allí se ofrecerá agua, atención médica, espacios de descanso y acompañamiento espiritual para los peregrinos.
Desde la organización recomendaron llevar calzado cómodo, ropa liviana, abrigo para la madrugada y mantenerse hidratado durante toda la travesía. Además, se dispuso un operativo conjunto de seguridad y tránsito con fuerzas provinciales y municipales para garantizar el orden del evento.
La misa central será presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, en la Plaza Belgrano. Las celebraciones litúrgicas comenzarán desde la 1hs del domingo, siguiendo la tradición de este encuentro que se repite año tras año y que simboliza la unión, la fe y la esperanza del pueblo argentino.
Para muchos participantes, la peregrinación representa una promesa cumplida o una oportunidad de agradecer y compartir el camino con otros creyentes. Con cantos, oraciones y banderas, los jóvenes caminarán juntos hacia la patrona nacional, en una de las manifestaciones de fe más multitudinarias del país.
Durante el fin de semana, la ciudad de Luján se transformará en el centro espiritual de la Argentina. Comercios, parroquias y vecinos se prepararon para recibir a los caminantes con alimentos, agua y mensajes de aliento. La tradición, que comenzó en 1974, continúa creciendo y mantiene su esencia solidaria y comunitaria.
La Peregrinación Juvenil a Luján reafirma así su lugar como una expresión de devoción y esperanza colectiva, donde miles de personas vuelven a encontrarse en el camino, guiadas por la fe.