
El Gobierno nacional presentó el Programa de Gestión de Demanda de Energía, una medida que permitirá a grandes usuarios del mercado eléctrico reducir su consumo en momentos críticos del verano y recibir una compensación económica por liberar carga en la red.
La iniciativa fue formalizada a través de la resolución 379/2025 y se aplicará sobre los Grandes Usuarios Mayores (GUMA), Grandes Usuarios Menores (GUME) y Grandes Usuarios de las Distribuidoras (GUDIS), siempre que superen los trescientos kilovatios de potencia y cuenten con medición horaria.
La normativa habilita a que no solo grandes industrias, sino también comercios y usuarios residenciales participen en la reducción del consumo eléctrico. En caso de contar con generadores propios, como sucede en shoppings, podrán incluso ofrecer potencia en subastas y recibir remuneración por ello.
Los participantes serán considerados Usuarios Adherentes (UA) y deberán presentar ofertas de reducción de carga al Organismo Encargado de Despacho (OED), que decidirá según las necesidades del Sistema Argentino de Interconexión (SADI).
La secretaria de Energía, María del Carmen Tettamanti, había advertido semanas atrás que las altas temperaturas podrían provocar saturación en el sistema. “Ante una posible ola de calor y la suba de la demanda, el sistema eléctrico podría sufrir colapsos”, explicó.
En ese marco, la propuesta busca mitigar los cortes de luz que suelen registrarse en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el Litoral durante los días de calor extremo, cuando el uso intensivo de aires acondicionados lleva la red al límite.
Quienes adhieran voluntariamente al programa deberán cumplir con requisitos técnicos como sistemas de medición horarios en el Sistema de Medición Comercial (SMEC). En los casos donde no existan, serán las distribuidoras las responsables de informar los datos necesarios para validar los compromisos asumidos.
Los usuarios podrán optar entre un consumo inteligente —evitar excesos injustificados en horas críticas— o la oferta de potencia propia mediante generadores, con una remuneración adicional por la energía aportada.
El plan, voluntario y remunerado, busca modificar los hábitos de consumo de la electricidad en los períodos más sensibles. Según la Secretaría de Energía, se trata de una medida de participación activa y programada que premia a los usuarios dispuestos a aliviar el sistema en momentos de mayor exigencia.
De este modo, el Gobierno apuesta a reducir los riesgos de cortes masivos de electricidad en verano, cuando el calor extremo pone a prueba la capacidad del sistema eléctrico nacional.