
El mercado laboral argentino atraviesa un escenario de fragilidad que se refleja en el estancamiento del desempleo, el aumento de la informalidad y un repunte de la subocupación. Así lo indica el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) correspondiente al segundo trimestre de 2025, difundido este miércoles.
De acuerdo con los datos oficiales, la tasa de desocupación se mantuvo en 7,6%, el mismo nivel que hace un año. En términos absolutos, esto representa a alrededor de 1,1 millones de personas sin empleo, cifra prácticamente idéntica a la de 2024. El informe también advierte un incremento de quienes buscan trabajo por más de seis meses sin conseguirlo, lo que refleja la ausencia de una recuperación sostenida.
El organismo detalló que la tasa de actividad descendió de 48,5% a 48,1% en la comparación interanual, mientras que la tasa de ocupación bajó de 44,8% a 44,5%. “El segundo trimestre de 2025 presentó un descenso en la actividad y en la ocupación, con la desocupación en el mismo nivel que en 2024”, remarcó el INDEC.
Uno de los cambios más notorios es la modificación en la composición del empleo. El número de asalariados retrocedió y creció tanto el trabajo por cuenta propia como el empleo no registrado. La proporción de trabajadores asalariados cayó de 73,8% a 72,4%, mientras que los cuentapropistas subieron de 23% a 23,7%. En paralelo, la tasa de informalidad trepó de 41,6% a 43,2%.
El Gran Buenos Aires se ubica como la región más castigada: allí la desocupación llegó al 8,7%, más de un punto por encima de la media nacional. Con estos números, el conurbano vuelve a consolidarse como el principal motor del desempleo en el país.