Se derrumbó un puente ferroviario en Chivilcoy y alertan por otro en la Ruta 5

La crecida del río Salado volvió a generar alarma en la provincia de Buenos Aires. En Chivilcoy, un puente ferroviario de más de cien años, ubicado entre las estaciones de Gorostiaga y Anderson, se desplomó tras décadas de abandono. Sus restos quedaron bajo el agua y, aunque el ramal se encuentra fuera de servicio desde hace años, la estructura era utilizada por vecinos y ciclistas para cruzar el cauce.

El hecho reavivó la preocupación por el estado de la infraestructura en la región. De manera paralela, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) elevó un pedido urgente al secretario de Coordinación de Infraestructura de la Nación, Martín Maccarone. En la nota —firmada por Ignacio Kovarsky y Alberto Larrañaga— la entidad advierte sobre el riesgo de socavamiento en el puente de la Ruta Nacional 5, a la altura de Bragado.

El planteo se apoya en relevamientos fotográficos y en advertencias de productores rurales de Alberti y la Sociedad Rural de Bragado. Vecinos y automovilistas también expresaron inquietud en redes sociales por la erosión que se observa junto a la base de la estructura.
Especialistas en hidráulica consultados en encuentros regionales remarcaron que el incremento de caudales en los últimos meses aceleró la erosión del lecho del río, que hoy avanza peligrosamente hacia el puente.

Las lluvias intensas que se vienen registrando desde febrero dejaron campos anegados y napas saturadas en distritos como 9 de Julio, Carlos Casares, Pehuajó, General Viamonte y Lincoln. En ese escenario, la advertencia sobre la Ruta 5 se suma a un panorama ya crítico y renueva el reclamo de obras preventivas en la cuenca del Salado.