
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, compartió en redes sociales una imagen en la que se lo ve con un mate en mano cerca de la medianoche, luego de participar de la marcha federal en defensa de la universidad y de la salud pública. El posteo, acompañado por el mensaje “23hs. Después de participar de la gran marcha en defensa de la universidad y la salud pública, compartimos unos mates”, tuvo amplia repercusión en el plano político.
La publicación se produjo poco después de que la Cámara de Diputados rechazara el veto presidencial a las leyes que establecen financiamiento para las universidades nacionales y para el área de pediatría. Kicillof celebró la decisión con un gesto que combinó cercanía con la ciudadanía y una carga simbólica en medio de la disputa por los recursos destinados a la educación y la salud.
El horario elegido y el mate en primer plano también respondieron a críticas previas. Durante una entrevista televisiva, Kicillof había aparecido con un mate en la mesa a las 23 horas, lo que fue objeto de burlas por parte de dirigentes libertarios. Entre ellos, el secretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, había ironizado en redes sociales: “Nadie pero nadie toma mate a las 23”.
De esta manera, el gobernador bonaerense aprovechó la coyuntura para reafirmar su posición política, marcar diferencias con el gobierno nacional y al mismo tiempo capitalizar un gesto cultural con fuerte arraigo popular. El mate, convertido en símbolo de cercanía y resistencia, se transformó en su herramienta para reforzar el mensaje en defensa de la educación y la salud públicas.