
La Provincia de Buenos Aires fue protagonista este 7 de septiembre en una elección decisiva: con el escrutinio casi cerrado, Fuerza Patria (FP), el frente peronista que encabeza Axel Kicillof, obtuvo 47,28 % de los votos, frente a un 33,71 % de La Libertad Avanza (LLA). La diferencia de casi 14 puntos marcó un fuerte golpe político para Javier Milei y dejó en claro la centralidad bonaerense en la escena nacional.
El peso del Conurbano
El mapa electoral mostró una polarización territorial: el peronismo arrasó en las secciones más pobladas del Gran Buenos Aires, mientras que LLA logró mejores resultados en el interior, aunque insuficientes para revertir la tendencia general.
Primera Sección (Senadores): FP 47,49 % vs. LLA 36,88 %.
Tercera Sección (Diputados): FP 53,78 % vs. LLA 28,62 %.
Octava Sección (La Plata – Diputados): FP 44,09 % vs. LLA 36,49 %.
En estas tres secciones, que concentran alrededor del 70 % del electorado provincial, se cimentó la victoria peronista.
El interior y la sorpresa rural
En el interior bonaerense, la tendencia se inclinó hacia LLA en varias secciones, aunque con diferencias más ajustadas:
Quinta Sección: LLA 41,53 % vs. FP 37,59 %.
Sexta Sección: LLA 41,72 % vs. FP 34,11 %.
Séptima Sección: FP 38,23 % vs. LLA 32,84 %.
Segunda Sección: FP 35,42 % vs. LLA 29,79 %, con la fuerza local Hechos en 23,95 %.
El gran batacazo se dio en la Cuarta Sección Electoral —zona agrícola y corazón del campo bonaerense—, donde el peronismo rompió una racha de 20 años sin triunfos. Con casi la totalidad de las mesas escrutadas, FP alcanzó el 40,21 % de los votos, superando a LLA (30,33 %) y relegando a Somos Buenos Aires (20 %).
Una elección con peso histórico
La elección bonaerense fue además la primera con fecha desdoblada de la nacional desde 2003, lo que le dio una centralidad política particular. La participación se ubicó en 63,19 % del padrón, según datos oficiales de la Junta Electoral.
El resultado no solo consolidó la hegemonía de FP en el Conurbano, sino que también mostró la capacidad del peronismo para recuperar terreno en distritos del interior donde parecía condenado a la derrota.