jueves 04 de septiembre de 2025 - Edición Nº2465

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Cinco meses sin tren a Pinamar: obras frenadas, despidos y futuro incierto

10:10 |El servicio de pasajeros permanece suspendido desde abril por “razones de seguridad operacional”, pero las reparaciones nunca comenzaron. La licitación para arreglar puentes sigue trabada, los coches CAF 593 quedaron guardados y más de veinte trabajadores fueron despedidos.



El tren de pasajeros que une General Guido con Divisadero de Pinamar lleva cinco meses sin funcionar y, lejos de avanzar, la situación parece cada vez más estancada. La interrupción del servicio se había anunciado en abril por parte de Trenes Argentinos Operaciones bajo el argumento de “razones de seguridad operacional”, principalmente por el deterioro de varios puentes del ramal.

En aquel momento, la empresa estatal explicó que no era posible hacer arreglos puntuales y que resultaba indispensable una reparación integral de la vía única, lo que obligaba a la suspensión total. Sin embargo, hasta el día de hoy no comenzó ningún trabajo en el trazado.

La licitación simplificada para rehabilitar cuatro puentes —con propuestas de firmas como Pose, Ingeniería Prida Hilbing, Smith Molina y Drayco— permanece sin adjudicación. El freno no se debe a falta de interesados, sino al enfriamiento de la llamada Emergencia Ferroviaria y a los cambios de autoridades en Trenes Argentinos Operaciones y ADIF, que ralentizaron las decisiones y dejaron decenas de expedientes en suspenso.

Mientras tanto, las formaciones CAF Serie 593, recuperadas en 2020 y 2021 para cubrir ese trayecto, están estacionadas en los talleres de Remedios de Escalada. Al momento de la suspensión se encontraban en condiciones de circular, pero hoy no tienen destino asignado, desaprovechadas en un contexto donde otras líneas sufren la falta de material rodante.

La parálisis también golpeó al personal: más de veinte trabajadores vinculados al servicio fueron despedidos. El argumento de un “déficit de 133 millones de pesos” pierde peso frente al costo de las indemnizaciones y al impacto negativo que la cancelación genera en la economía regional.

El propio Gobierno nacional reconoció recientemente que la paralización de obras ferroviarias en tres estaciones de la línea Roca implicó un costo fiscal de 264 millones de pesos, cifra que contradice la idea de un ajuste eficiente.

El tren a Pinamar no es el único afectado. La provincia de Buenos Aires ya había perdido otros ramales como Once–Pehuajó, Mercedes–Tomás Jofré y Maipú–General Guido–Divisadero de Pinamar, además del servicio a Bahía Blanca, interrumpido en 2023 y sin fecha de regreso tras las inundaciones que dañaron la infraestructura.

En este contexto, el Gobierno nacional reflotó la posibilidad de transferir a las provincias la gestión de los trenes regionales y de larga distancia. El Ministerio de Transporte bonaerense ya pidió formalmente hacerse cargo del ramal a Pinamar y del material rodante, con la idea de conformar una operadora provincial. Hasta ahora, la propuesta no tuvo avances concretos.

Con licitaciones frenadas, formaciones guardadas y personal desvinculado, la reactivación del tren a Pinamar parece cada vez más lejana, a pesar de que oficialmente la suspensión sigue siendo “hasta nuevo aviso”.

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