
En una jugada que generó fuertes cuestionamientos dentro y fuera del espacio opositor, el intendente de Junín, Pablo Petrecca, confirmó que el próximo 10 de diciembre dejará el cargo para asumir como senador provincial, y que su reemplazante al frente del municipio será su cuñado, Juan Fiorini, dejando todo “en familia”.
Lo llamativo no es solo que Petrecca se va a la mitad de su mandato, habiendo sido electo hace apenas dos años para cumplir hasta 2027, sino que previamente hizo renunciar a Fiorini a su banca de concejal para habilitarlo como primer candidato suplente en la boleta que encabezó él mismo. Gracias a esa maniobra, ahora el marido de su hermana podrá asumir la intendencia sin pasar por las urnas.
Desde distintos sectores locales califican el movimiento como una “estrategia personalista” que vulnera el espíritu del voto popular y consolida el poder en un núcleo familiar cerrado, sin discusión política abierta ni participación ciudadana.
A esto se suma que Petrecca decidió romper con el PRO, el partido con el que llegó a la intendencia, para sumarse a un armado junto a sectores del massismo como Guillermo Britos y el radical Miguel Fernández, dentro del espacio “Somos Buenos Aires”, alejándose de la línea nacional que lidera Mauricio Macri.
“Prometió cuatro años de gestión, y se va a los dos. Y encima deja todo armado para que el poder quede en su entorno más íntimo, con acuerdos políticos que nada tienen que ver con lo que votó la gente en 2023”, señalaron desde la oposición local.