
El cierre del Aquarium Mar del Plata marcó el inicio del traslado de cinco lobos marinos hacia República Dominicana, en un operativo coordinado por la Subsecretaría de Ambiente de la Nación. Los ejemplares viajaron desde el predio de Punta Mogotes hasta el Aeropuerto Internacional de Ezeiza con permisos internacionales correspondientes.
La Brigada de Control Ambiental verificó además el estado de conservación de diez delfines nariz de botella que aún permanecen en el acuario. Los especialistas confirmaron que los animales presentaban condiciones adecuadas de salud y bienestar, tras evaluar parámetros clínicos y de comportamiento.
Según informaron desde el organismo que encabeza Fernando Brom, los lobos marinos de un pelo (Otaria flavescens) contaban con las habilitaciones exigidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), además de otras autorizaciones oficiales necesarias para su salida del país.
Dos de los ejemplares trasladados habían llegado desde España años atrás, mientras que los otros tres habían nacido en el acuario marplatense como parte de un programa de reproducción desarrollado en la institución.
El parque, inaugurado en 1993 junto al Faro de Punta Mogotes, cerró sus puertas de manera definitiva tras no lograr renovar el contrato de alquiler del predio, que venció en 2022. En sus redes sociales, la empresa expresó: “Con profundo pesar anunciamos el cierre definitivo de Aquarium Mar del Plata, un pilar del turismo y la recreación en nuestra ciudad desde su inauguración”.
La firma destacó además que durante más de tres décadas el centro desempeñó “un rol fundamental en la educación, investigación y rehabilitación de la fauna marina”.
Respecto de los siete delfines que permanecen en el predio, la empresa The Dolphin Company, propietaria del parque, precisó que serán trasladados a un oceanario del Caribe, donde se reunirán con los progenitores que habían llegado desde esa región.
En un comunicado, la compañía explicó que “todos los animales del parque, nacidos bajo cuidado humano, serán reubicados en acuarios y zoológicos tanto nacionales como internacionales”.
El cierre del acuario generó tristeza en muchos marplatenses y turistas que lo consideraban un clásico de la ciudad. Durante 32 años, el espacio combinó espectáculos con animales, actividades educativas y programas de conservación que marcaron a varias generaciones.
Con el traslado de los lobos marinos y la planificación de la reubicación de los delfines, se da un paso clave en la reconversión del destino de los ejemplares que habitaron el predio, cerrando así una etapa significativa para la costa atlántica argentina.