
Este domingo concluyó en Bahía Blanca el LCOY Argentina 2025, un encuentro que reunió a más de 250 jóvenes de todo el país para debatir propuestas climáticas con mirada territorial. El evento se extendió durante cuatro días y combinó actividades en la Universidad Nacional del Sur y el Puerto de Bahía Blanca.
La apertura estuvo encabezada por el intendente Federico Susbielles y la ministra de Ambiente bonaerense, Daniela Vilar, quienes coincidieron en la urgencia de repensar políticas frente a los desastres socioambientales recientes. “Me llena de alegría ver a esta juventud comprometida y activa para construir un mejor mañana”, expresó el jefe comunal.
Por su parte, la ministra Vilar destacó que el espacio fue clave para el debate regional. “Nos llena de orgullo ver tanta juventud comprometida con transformar la realidad de sus territorios”, sostuvo, al recordar los eventos climáticos extremos que afectaron a Bahía Blanca en marzo pasado.
El LCOY (Local Conference of Youth) es un encuentro internacional que se realiza en distintos países como antesala de la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas (COP). En Argentina, tiene como objetivo fortalecer la participación juvenil en la discusión ambiental y en la construcción de políticas públicas con perspectiva climática.
Los paneles abordaron temas centrales: la transición justa hacia nuevos modelos productivos y de consumo, el rol estratégico del Atlántico Sur, la concepción de la Argentina como país bicontinental y oceánico, los desafíos de las ciudades vulnerables ante fenómenos extremos y el financiamiento para su reconstrucción.
Además, se destacó el papel de las juventudes en el camino hacia la COP 30 en Belém, Brasil, donde se definirá la agenda climática latinoamericana.
La edición 2025 fue organizada por colectivos ambientales y sociales en articulación con instituciones académicas, con el apoyo del Puerto de Bahía Blanca, el Municipio, el Ministerio de Ambiente de la Provincia y las universidades locales. La presencia activa de estudiantes, referentes sociales y autoridades consolidó un espacio de construcción colectiva que proyectó propuestas hacia la agenda global.
El cierre dejó en evidencia la voluntad de una generación que se asumió protagonista de la acción climática, con el desafío de aportar soluciones concretas desde cada territorio.