jueves 31 de julio de 2025 - Edición Nº2430

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Examen de Residencias Médicas: descubren cómo se habrían copiado postulantes extranjeros

Un video mostró cómo algunos aspirantes, en su mayoría extranjeros, utilizaron anteojos con cámara y teléfonos ocultos para filmar el examen, enviar las preguntas desde el baño y regresar con las respuestas resueltas. El Gobierno suspendió el orden de mérito y convocó a una nueva evaluación.



El Examen Único de Residencias Médicas quedó en el centro de una escandalosa denuncia por fraude luego de que comenzara a circular un video en el que se muestra a un postulante utilizando anteojos con cámara oculta para registrar la prueba. Las imágenes habrían sido parte de un mecanismo más amplio que involucró a decenas de aspirantes que obtuvieron calificaciones sorprendentemente altas. La maniobra consistía en filmar el examen, enviar las imágenes desde el baño y regresar con las respuestas ya resueltas.

 

La revelación encendió las alarmas del Ministerio de Salud, que decidió suspender de inmediato el orden de mérito y reprogramar el cronograma. Así lo confirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien detalló que se llevará a cabo un nuevo examen para todos los aspirantes que hayan obtenido 86 puntos o más. Las nuevas fechas ya fueron establecidas: 4 y 5 de agosto, según lo publicado este lunes en el Boletín Oficial.

Las sospechas recaen sobre un total de 268 postulantes, muchos de ellos de nacionalidad ecuatoriana. Según trascendió, el patrón se repetía: algunos ingresaban al examen con anteojos especiales que registraban la hoja de respuestas, luego pedían permiso para ir al baño —incluso varias veces— y desde allí enviaban las imágenes a un cómplice que resolvía el examen desde el exterior. Poco después, regresaban al aula con las respuestas correctas. Esta secuencia explicaría por qué varios postulantes provenientes de universidades poco destacadas lograron ubicarse entre los primeros puestos del ranking nacional.

En paralelo, se conocieron cuestionamientos en torno a la validez de los títulos emitidos por algunas casas de estudio de Ecuador. De acuerdo a la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), el organismo que regula la calidad educativa en ese país —el CACES— no cuenta con reconocimiento por parte de la World Federation for Medical Education (WFME), entidad que otorga validez internacional a los títulos médicos. Tampoco fue homologado por sistemas regionales como SIACES o ARCU-SUR, lo que impide compararlo directamente con los estándares argentinos.

Otro dato relevante es que muchas universidades ecuatorianas no computan las materias desaprobadas dentro del promedio académico, lo que genera una imagen distorsionada del rendimiento real del estudiante. En cambio, en Argentina los aplazos sí impactan en el promedio. Esta diferencia de criterios complica la comparación entre trayectorias académicas y hace que, ante puntajes tan altos, se requiera un análisis más profundo de la coherencia entre los antecedentes y los resultados.

Mientras se avanza con la investigación, el escándalo pone en discusión no solo los mecanismos de evaluación, sino también los controles sobre la validez y la calidad de los títulos obtenidos en el exterior.

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