
La Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) resolvió en un plenario realizado este lunes dar inicio a un nuevo plan de lucha que comenzará apenas terminen las vacaciones de invierno. La medida más contundente será un paro nacional de una semana completa a partir del domingo 11 de agosto, en reclamo de mejoras salariales y mayor presupuesto para las universidades públicas.
“Estamos frente a una caída salarial sin precedentes en la historia del sistema universitario argentino”, aseguró Carlos De Feo, secretario general de la federación, al cierre del encuentro del que participaron representantes de 25 sindicatos docentes de todo el país. Durante la reunión, se insistió en la necesidad de una urgente recomposición salarial y en la actualización de los fondos destinados al funcionamiento de las casas de estudio.
Los reclamos no son nuevos, pero la situación parece haber llegado a un punto de inflexión. A mediados de julio, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a todos los rectores, ya había alertado que, sin una respuesta del gobierno, el segundo cuatrimestre estaba en peligro. En una carta pública, señalaron que más de 10 mil docentes dejaron sus cargos en los últimos meses, principalmente por los bajos sueldos.
La medida tendrá fuerte impacto en la provincia de Buenos Aires, donde varias asociaciones de base —como la ADULP (Universidad Nacional de La Plata) y la ADIUNQ (Universidad Nacional de Quilmes)— integran la CONADU y apoyan el plan de lucha.
Además del paro inicial de una semana, la federación también anticipó nuevas medidas: durante el resto de agosto se llevarán adelante paros rotativos de 48 horas. El objetivo final será realizar una nueva Marcha Federal Universitaria para visibilizar la crisis que atraviesan las universidades públicas bajo la gestión de Javier Milei.