
A menos de una hora de la Ciudad de Buenos Aires, en pleno conurbano bonaerense, una aldea medieval emerge como una alternativa original para disfrutar durante las vacaciones de invierno. Campanópolis, situada en la localidad de González Catán, partido de La Matanza, invita a recorrer un predio único de 200 hectáreas que remite directamente a la Europa de la Edad Media.
El proyecto nació en los años 80 de la mano de Antonio Campana, su fundador, y desde entonces se transformó en un atractivo turístico que combina arquitectura fantástica, historia y naturaleza. Castillos, calles empedradas, molinos, torres, lagos y senderos boscosos forman parte del paisaje que propone esta experiencia fuera de lo común.
Durante el receso invernal, el predio ofrece visitas exclusivamente guiadas hasta el 30 de agosto. De miércoles a viernes abre de 13 a 17 horas, y los sábados, de 9 a 17. Las recorridas duran alrededor de una hora y media y están enfocadas en contar la historia de la aldea, sus construcciones y su vínculo con el cuidado ambiental. Luego de la visita, los visitantes pueden quedarse hasta cuatro horas en el predio para pasear libremente, hacer un picnic y sacar fotos turísticas —no comerciales—, con ciertas restricciones (sin disfraces ni fines publicitarios).
El valor de la entrada general es de $15.000 tanto para adultos como para menores y jubilados. Menores de 2 años y personas con certificado de discapacidad ingresan sin cargo; sus acompañantes deben abonar el valor total. Los tickets se compran únicamente de manera anticipada a través del sitio web oficial de Campanópolis, y las visitas no se suspenden por lluvia. Además, el predio cuenta con estacionamiento gratuito.
Para llegar en vehículo particular se puede tomar la Avenida General Paz y luego la Ruta 3 hasta el kilómetro 31.200, donde se accede a la calle Bariloche. También se puede optar por la autopista Dellepiane y continuar por la Riccheri hasta salir por Martín Güemes. Si se elige transporte público, la opción más directa es tomar el tren Belgrano Sur hasta la estación González Catán y desde allí un taxi o remis.
Campanópolis se consolida como una opción distinta para quienes buscan una experiencia entre lo mágico y lo histórico, sin alejarse demasiado del Área Metropolitana.