
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) publicó su informe mensual sobre el desempeño de las ventas minoristas en pymes, y los datos no son alentadores. Según el relevamiento, en junio las ventas cayeron un 0,5% interanual, pero la baja fue más pronunciada si se compara con el mes anterior: -6,7% frente a mayo.
A pesar de un crecimiento acumulado del 9,1% en el primer semestre del año, el número no alcanza a revertir la caída del 17,2% registrada en igual período de 2024. Desde marzo, los números vienen en descenso y ni fechas clave como el Día del Padre ni el medio aguinaldo lograron revertir la tendencia.
“Las ventas dependieron en gran medida de estrategias comerciales centradas en promociones, planes de pago en cuotas y descuentos especiales”, explicaron desde la entidad, y agregaron que el consumo “sigue mostrando signos de fragilidad”.
La CAME relevó siete rubros, de los cuales cinco mostraron subas puntuales, aunque dos continuaron en terreno negativo.
Las ventas se mantuvieron sin cambios significativos. La pérdida del poder adquisitivo y el aumento de costos operativos redujeron la frecuencia de compra y priorizaron los productos más baratos. Los comerciantes coinciden en que no hay señales de recuperación.
Registró poca circulación y bajo consumo, con ventas concentradas en efectivo y promociones puntuales. El Día del Padre apenas traccionó algunas operaciones. La falta de cuotas bancarias y la competencia informal dificultaron la recuperación.
Hubo interés, pero baja conversión en ventas. Los comerciantes señalaron el peso del aumento de costos, la baja rentabilidad y la carga salarial. También expresaron preocupación por la competencia desleal y las grandes cadenas con descuentos agresivos.
Las ventas crecieron, impulsadas por enfermedades respiratorias propias del invierno. Sin embargo, los aumentos de insumos, impuestos y costos operativos golpearon la rentabilidad. Los jubilados fueron uno de los sectores más afectados.
La falta de poder adquisitivo limitó las ventas, aunque algunas estrategias promocionales lograron resultados puntuales. Nuevos puntos de venta contribuyeron a una leve mejora en ciertos casos, pero el movimiento general fue débil.
La demanda se mantuvo estable o en baja, afectada por la estacionalidad, la falta de dinero y la postergación de obras. Algunos locales detectaron un leve repunte vinculado al aguinaldo, especialmente en productos de calefacción.
El rubro vive un ajuste profundo: ni las promociones agresivas, ni las cuotas, ni las liquidaciones logran dinamizar las ventas. El Día del Padre activó un poco el consumo, pero muy por debajo de las expectativas. Incluso fue peor que en 2024.