
Una diputada bonaerense propuso una ley para suspender actividades durante alertas roja o naranja en Bahía Blanca y en toda la Provincia de Buenos Aires, ante fenómenos meteorológicos extremos que pongan en riesgo la vida y la seguridad de las personas.
La iniciativa fue presentada por la diputada por la Sexta Sección, Natalia Dziakowski (GEN), y surgió como respuesta directa a las tragedias recientes ocurridas en su ciudad. “No podemos seguir permitiendo eventos cuando se advierten condiciones de riesgo extremo”, advirtió.
Dziakowski mencionó especialmente los hechos ocurridos en diciembre de 2023, cuando un temporal derrumbó el techo del club Bahiense del Norte, provocando la muerte de 13 personas. También hizo referencia a la inundación de marzo de 2025, que dejó un saldo de 18 fallecidos en la ciudad.
“Bahía Blanca ha sido castigada meteorológicamente en dos ocasiones trágicas en pocos meses, y es urgente que como Estado tomemos medidas preventivas”, afirmó la legisladora. El proyecto busca establecer un marco normativo claro para impedir la realización de actividades durante alertas de nivel naranja o rojo emitidas por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El texto legislativo apunta a suspender “todo tipo de actividad” mientras se mantengan alertas meteorológicas de alto riesgo. Las alertas naranja y roja del SMN indican probabilidad de fenómenos peligrosos que podrían afectar a la población, como tormentas severas, vientos intensos, granizo o inundaciones.
“El objetivo es consolidar una cultura de la prevención. Lo que está en juego es la seguridad y la vida de las personas”, remarcó Dziakowski. La propuesta implica también responsabilidades para los organizadores de eventos y las autoridades locales.
En lo que va del 2025, el SMN emitió 11 alertas en los primeros 33 días del año sólo en Bahía Blanca, según estadísticas oficiales. Una de ellas fue la granizada de febrero, que provocó numerosos daños materiales y dejó cinco personas heridas.
La iniciativa se suma a una creciente agenda legislativa que busca enfrentar el impacto del cambio climático y mejorar los mecanismos de respuesta y anticipación ante emergencias meteorológicas en Buenos Aires.