Denuncian a Martilleros BA por utilizar la institución para amedrentar a los profesionales

Una nueva denuncia volvió a dejar mal parado al Colegio de Corredores y Martilleros Públicos de la Provincia de Buenos Aires, liderado por Luis Eusebio Colao. A la larga lista que incluye aprietes y hostigamientos reportados por profesionales se sumó ahora la denuncia del martillero Diego Ibarlucía, promotor del sistema MLS en la localidad de Olavarría.

El profesional advirtió sobre la “oscuridad que hay hoy en el mercado inmobiliario” por las prácticas que lleva a cabo Martilleros BA: “Lo único que hace el Colegio es cobrar. Yo tengo un título universitario y salieron a injuriarme diciendo que no lo tengo. De todos modos, es un título que no sirve para nada. Lo que hay que tener es ética, moral, saber compartir información con reglas claras. Eso no se enseña en una carrera”.

El modelo que Ibarlucía busca potenciar en su localidad desde hace casi un año es el MLS (Multiple Listing Service o Servicio de listado múltiple), que se basa en una premisa de colaboración entre inmobiliarias. Una MLS permite que una propiedad tomada en exclusiva pueda compartirse a todos los miembros activos y a su equipo de agentes. Así, se aumenta exponencialmente la difusión de una propiedad ya que permite ser ofrecida a los compradores de otras inmobiliarias. “Es una metodología que se originó en Estados Unidos, hace más de 100 años. Las inmobiliarias, los vendedores, se pusieron de acuerdo para dejar de trabajar como islas. Sin códigos, sin procesos, sin tecnología. Decidieron captar con exclusividad y luego compartir la información con los colegas. O sea, dejar de ser mezquinos”, explicó el profesional.

El avance del sistema MLS –estructurado sobre el networking, la colaboración, la transparencia, la formación continua y el uso de las nuevas tecnologías– fue muy mal recibido por los dirigentes de Martilleros BA. Tal como denunció Ibarlucía, a medida que el modelo se posiciona entre los clientes que buscan precios justos, los sectores de poder dentro del mercado inmobiliario se ocupan de obstaculizar su desarrollo: “Es lamentable la reacción del Colegio de Martilleros de Azul, que preside Nahuel Gangoiti. Él usa la institución para amedrentar, para atacar, en vez de brindarnos algo positivo. Lo que hacen es censurar proyectos de modernización”. Ibarlucía también ha denunciado otros casos de persecución institucional y abuso de poder.

“Proponemos construir algo nuevo, ordenado, transparente, con información real y unificada. Reglas claras”, advirtió el martillero, a quien incluso amenazaron físicamente. Asimismo, el martillero ha sido criticado por subrayar que la actividad de los agentes inmobiliarios (cuestionada por los Colegios) es legal, según consta en el Código Civil y Comercial. De hecho, el caso de Ibarlucía se enmarca en muchos otros en los que los Colegios departamentales y el propio Martilleros BA han recurrido al hostigamiento y la persecución para acallar a quienes propician el trabajo colaborativo, el uso de las nuevas tecnologías y los servicios inmobiliarios complementarios, entre otras prácticas vanguardistas.