
En la provincia de Buenos Aires, dos celebraciones muy distintas comparten un mismo espíritu: el de reconectar con lo nuestro. Una rinde tributo al alma gaucha entre fogones, guitarras y desfiles a caballo. La otra celebra la dulzura de la tradición con chocolate, alfajores y emprendimientos locales. Ambas invitan a disfrutar un fin de semana largo con identidad, sabor y comunidad.
Del sábado 14 al lunes 16 de junio, Villa Gesell será sede de la 9° Fiesta Provincial de la Criolla, un encuentro que celebra el vínculo con la tierra, la bandera y la tradición gaucha en pleno invierno costero.
En el predio del Paseo Las Tropas, sobre la colectora de avenida Buenos Aires, se desplegarán actividades desde las 11 de la mañana: desfiles de agrupaciones tradicionalistas, jineteadas, pruebas de destreza, música folclórica, danzas típicas y fogones populares.
El espíritu de campo en plena ciudad se completará con una feria de sabores criollos: locro, pastelitos, asado al disco, empanadas y vinos regionales. El evento, que homenajea el Día de la Bandera, se convierte cada año en un punto de encuentro para vecinos y turistas, con el mate siempre presente y los pañuelos al viento.
Del 20 al 22 de junio, de 14 a 17, en la plaza Héctor Bordasco de Atlántida, se celebrará la 3° edición de la Fiesta Itinerante del Chocolate y el Alfajor, con entrada libre y una propuesta tan sabrosa como federal.
Organizada por productores locales del partido de Mar Chiquita, esta fiesta busca visibilizar la oferta turística durante el invierno, más allá del clásico turismo de verano. “Los productores somos parte activa de la organización, porque nos permite mostrar nuestras localidades y promocionar nuestros productos”, explicó Susana López Araya, de alfajores Armandine.
La fiesta es un puente entre emprendedores y comunidad, con recetas caseras convertidas en delicias regionales. Además de degustaciones, habrá sorteos, espectáculos musicales y propuestas para toda la familia.
Alfajores premiados en competencias nacionales como la Fiesta Nacional del Alfajor en La Falda o el Mundial del Alfajor en CABA tendrán su espacio, junto a nuevos sabores que siguen naciendo en cocinas familiares del interior bonaerense.
En tiempos donde lo comunitario cobra un nuevo valor, estas fiestas muestran cómo la tradición y el trabajo local pueden convertirse en verdaderas celebraciones. Desde el caballo y la guitarra hasta el cacao y el dulce de leche, la provincia se pone de fiesta con lo más nuestro como bandera.