
El intendente Gustavo Barrera advirtió que analiza achicar la planta política de Villa Gesell como parte de las medidas para enfrentar la emergencia económica decretada en abril por el municipio.
La posible reducción de cargos forma parte de un paquete de ajustes que incluye congelamiento de sueldos, suspensión de nuevas contrataciones y recorte de gastos generales. El jefe comunal de Unión por la Patria aclaró que su intención no es despedir personal, pero que debe tomarse una decisión ante el desfinanciamiento del municipio.
“No queremos reducir personal, pero debemos buscar otras formas, como pagar menos alquileres, exigir más el cuidado de los elementos de trabajo y otros aspectos que sirvan para colaborar con el sistema financiero”, explicó en el programa Los locos del mar 2025.
La Municipalidad de Villa Gesell emitió el Decreto Nº 838 el pasado 22 de abril, declarando la emergencia económica por seis meses. Desde entonces, se congelaron los sueldos de los funcionarios políticos y se prohibieron nuevas incorporaciones de personal.
En paralelo, se evalúan recortes en contratos de alquiler para dependencias municipales, control más estricto sobre el uso de recursos y una auditoría sobre el gasto operativo. Según estimaciones oficiales, la ciudad podría perder hasta $3.000 millones en 2025 por la baja en la coparticipación nacional.
El propio Barrera apuntó a una “asfixia financiera” originada en decisiones del Gobierno nacional, sumadas a una fuerte caída de la actividad económica en toda la región. También señaló que existen al menos 50 grandes contribuyentes con deudas significativas con el municipio.
La ciudad fue el primer municipio bonaerense en declarar formalmente la emergencia económica este año, una medida luego replicada por distritos como Saavedra y Guaminí, que también adoptaron restricciones de gasto y reorganización interna para afrontar la crisis.
“La asfixia económica del Gobierno Nacional a la Provincia y a los municipios, sumada a la caída de la recaudación por la menor actividad económica producto de las medidas recesivas de Javier Milei, nos llevó a tomar esta decisión”, afirmó el intendente durante su intervención pública.
Mientras tanto, desde la comuna confirmaron que no se aplicarán aumentos ni se renovarán contratos temporarios hasta nuevo aviso. La prioridad, remarcaron, será mantener los servicios esenciales en funcionamiento y sostener la infraestructura crítica.
Con la crisis aún vigente, Barrera anticipó que seguirán evaluando cada gasto y que “todo lo que no sea esencial será revisado”. Las próximas semanas serán clave para determinar si se avanzará o no con la reducción de cargos políticos.