
Las estancias de Lobos, San Antonio de Areco y Capilla del Señor ofrecen la posibilidad de vivir un auténtico día de campo en el corazón de la provincia de Buenos Aires, con propuestas que incluyen asado, folklore, cabalgatas y descanso en un entorno natural.
Estas escapadas rurales, ubicadas a menos de 120 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, son ideales para desconectar de la rutina y sumergirse en las tradiciones del interior bonaerense.
A 115 km de la Capital, La Candelaria se destaca por su arquitectura de estilo francés y un parque diseñado por Carlos Thays. El castillo principal, rodeado de árboles centenarios, es el centro de una propuesta que incluye visitas guiadas, paseos en carruaje, cabalgatas y shows folklóricos.
El almuerzo tradicional comienza con empanadas criollas y continúa con carnes a la parrilla y postres caseros. También hay espacios de descanso al aire libre, ideales para pasar la tarde bajo la sombra o caminando por los jardines.
Situada a poco más de una hora de viaje, Don Silvano es una estancia emblemática por su enfoque en las costumbres rurales. La jornada comienza con mate y pastelitos, y continúa con espectáculos de folklore, destrezas gauchas, y paseos a caballo o en sulky.
Las actividades para todas las edades incluyen caminatas guiadas, juegos criollos y un almuerzo completo con parrilla libre. El entorno campestre, con espacios amplios y cuidados, permite disfrutar una jornada auténticamente argentina.
Ubicada a 120 km de la Capital, El Ombú de Areco es una estancia que combina el encanto de una casona del siglo XIX con el espíritu gauchesco de la región. El día de campo incluye gastronomía regional, música en vivo, danzas tradicionales y cabalgatas por el campo.
Los visitantes pueden interactuar con los gauchos, conocer sobre las tareas rurales y descansar en las amplias galerías que rodean la casa. La experiencia se completa con caminatas por los senderos del predio y momentos de relax al aire libre.
Cada una de estas estancias ofrece una forma distinta de reconectar con la naturaleza y las tradiciones bonaerenses. En tiempos de ritmo acelerado y desconexión urbana, la propuesta de pasar un día de campo en Lobos, Areco o Capilla del Señor se vuelve una invitación irresistible para quienes buscan disfrutar sin ir demasiado lejos.