
Lo que se anticipaba como una sesión clave en el Concejo Deliberante de Brandsen terminó en caos, gritos e indignación generalizada. Este lunes por la tarde, el cuerpo legislativo iba a debatir un polémico proyecto para modificar el uso de suelo y permitir la instalación de centrales termoeléctricas en la zona, pero la masiva movilización vecinal obligó a suspender el tratamiento.
Desde las primeras horas de la tarde, cientos de vecinos y vecinas se concentraron frente al edificio del Concejo para manifestar su rechazo a la iniciativa, que consideran una amenaza ambiental tanto para Brandsen como para localidades vecinas, como La Plata. Con carteles, pancartas y cánticos en defensa del medio ambiente, la protesta fue creciendo en fuerza y tensión.
Mientras en el interior del recinto se intentaba llevar adelante la sesión, las autoridades del Concejo anunciaron su postergación:
“Por una cuestión técnica que resolveremos a la brevedad, se suspende la sesión. Me hago cargo y pido disculpas, y me comprometo a que cuando se retome, se tomen las medidas de seguridad necesarias para que el Concejo pueda sesionar como corresponde”, declaró uno de los representantes.
Lejos de apaciguar la situación, el anuncio generó aún más enojo entre los manifestantes, que denunciaron una falta de respeto por parte de los concejales. Algunos ediles, especialmente los del bloque radical que habían adelantado su voto negativo, salieron del recinto entre aplausos. El resto decidió quedarse adentro, temiendo posibles increpaciones.
“La actitud fue de cuarta, se escondieron como cobardes”, señalaron desde la protesta, acusando a los impulsores del proyecto de temerle al pueblo y negarse a dar la cara. La jornada terminó con un fuerte clima de malestar y un mensaje claro desde las calles: los vecinos no están dispuestos a permitir avances que pongan en riesgo la salud y el ambiente.