En un mundo cada vez más acelerado y exigente, donde la mente se ve constantemente bombardeada por estímulos externos, es importante encontrar herramientas que nos permitan entendernos más y estar más en contacto con nosotros mismos. La atención plena nos permite salir de nuestra mente y volver a nuestro cuerpo. Permitiéndonos volver al presente.
La atención plena no solo nos brinda herramientas para gestionar el estrés y mejorar el bienestar, sino que también se convierte en un camino hacia el autodescubrimiento y la autenticidad. A través de la atención consciente, podemos desvelar capas de nuestra personalidad, comprender nuestras emociones y pensamientos más profundos, y conectarnos con nuestra esencia.
¿Qué es la práctica plena?
La práctica plena, también conocida como Mindfulness, consiste en entrenar la mente para prestar atención al momento presente de manera consciente y sin juicio. Se trata de observar nuestros pensamientos, emociones y sensaciones sin aferrarnos a ellos ni dejarnos llevar por ellos. Esta práctica nos permite desarrollar una mayor conciencia de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, permitiéndonos vivir con más calma, claridad y sabiduría.
¿Cómo nos ayuda la práctica plena a autodescubrirnos?
- Mayor autoconciencia: Al prestar atención al presente sin juicio, observamos nuestros pensamientos, emociones y sensaciones sin dejarnos llevar por ellos. Esto nos permite identificar patrones de comportamiento, comprender nuestras reacciones ante diferentes estímulos, y descubrir aspectos de nosotros mismos que quizás no habíamos notado antes.
- Comprensión de las emociones: La práctica plena nos ayuda a desengancharnos de la rumiación y el análisis excesivo de nuestras emociones. En lugar de juzgarlas, las observamos con amabilidad y compasión, permitiéndonos comprender su origen y su impacto en nuestras vidas.
- Conexión con la esencia: A medida que profundizamos en la práctica plena, silenciamos la mente ruidosa y conectamos con nuestro yo interior. Descubrimos valores, creencias y anhelos que quizás habíamos olvidado o reprimido. Esta conexión nos permite vivir de manera más auténtica y alineada con nosotros mismos.
- Aceptación y autocompasión: La práctica plena nos invita a aceptar todas las partes de nosotros mismos, tanto las positivas como las negativas. Desarrollamos compasión por nuestras propias imperfecciones, lo que nos permite liberarnos de la autocrítica y el juicio interno.
- Libertad de ser nosotros mismos: Al autodescubrirnos a través de la práctica plena, ganamos la libertad de ser nosotros mismos sin miedo al qué dirán. Nos desprendemos de expectativas externas y roles sociales, y expresamos nuestra verdadera identidad con confianza y autenticidad.
La práctica plena no es un destino, sino un viaje continuo de autodescubrimiento. A medida que avanzamos en este camino, nos transformamos en personas más conscientes, compasivas y auténticas, capaces de vivir una vida plena y significativa, no te desesperes si no sale de una.
Recursos para profundizar en el autodescubrimiento con la práctica plena:
- Meditación Vipassana: Esta técnica de meditación se enfoca en observar las sensaciones del cuerpo con ecuanimidad, permitiendo una profunda comprensión de la naturaleza impermanente de la existencia.
- Mindfulness en la naturaleza: Pasar tiempo en la naturaleza nos conecta con nuestro ser interior y nos permite observar la impermanencia y la interconexión de todas las cosas.
- Escritura reflexiva: Escribir sobre nuestras experiencias, pensamientos y emociones nos permite procesarlas y descubrir nuevas perspectivas sobre nosotros mismos.
- Diarios de gratitud: Enfocarnos en las cosas positivas de nuestras vidas nos ayuda a cultivar una actitud de agradecimiento y a apreciar la belleza del presente.
- Terapia con un profesional capacitado: Un terapeuta puede guiarnos en el proceso de autodescubrimiento y brindarnos herramientas para abordar patrones emocionales y creencias limitantes.
¿Cómo empezar a practicar la atención plena?
Existen diversas maneras de incorporar la práctica plena a nuestra vida diaria. Algunas ideas simples incluyen:
- Meditación: La meditación es una técnica tradicional de Mindfulness que consiste en enfocar la atención en la respiración o en un mantra. Existen diferentes tipos de meditación, por lo que podemos encontrar una que se adapte a nuestras necesidades y preferencias.
- Respiración consciente: En cualquier momento del día, podemos tomar unos minutos para enfocarnos en nuestra respiración. Observar la sensación del aire entrando y saliendo de nuestro cuerpo nos ayuda a anclarnos en el presente y a calmar la mente.
- Mindfulness en las actividades cotidianas: Podemos incorporar la práctica plena a nuestras actividades diarias, como comer, caminar o tomar una ducha. Se trata de prestar atención a las sensaciones, los sonidos y los pensamientos que surgen en cada momento sin juzgarlos.
- Mindfulness en la naturaleza: Pasar tiempo en la naturaleza es una excelente manera de conectar con el presente. Podemos observar los árboles, las flores, los animales o simplemente sentir la brisa en nuestra piel.
La práctica plena es un camino de autodescubrimiento y transformación personal. No se trata de alcanzar un estado de perfección, sino de desarrollar una mayor conciencia de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Al incorporar esta práctica a nuestra vida diaria, podemos cultivar el bienestar, la felicidad y la autorrealización, y vivir una vida más plena y significativa.
Recursos para profundizar en la práctica plena:
Existen numerosos recursos disponibles para aquellos que deseen profundizar en la práctica plena. Algunos ejemplos incluyen:
- Libros: "El poder del ahora" de Eckhart Tolle, "Sapiens: Una breve historia de la humanidad" de Yuval Noah Harari, "El monje que vendió su Ferrari" de Robin Sharma.
- Aplicaciones: Calm, Headspace, Insight Timer.
- Cursos online: Udemy, Coursera, edX.
- Retiros y talleres de Mindfulness: Existen diversos centros y organizaciones que ofrecen retiros y talleres de Mindfulness para todos los niveles.
La práctica plena es una herramienta poderosa que puede transformar nuestra vida. Al dedicar unos pocos minutos al día a esta práctica, podemos cultivar la paz interior, la felicidad y el bienestar, y vivir una vida más plena y significativa.
*María Constanza Marafuschi es profesora en Ciencias Biológicas de la UNLP, especialista en Enseñanza con Imágenes y magistranda de la Maestria en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales de la UNLP.