
La idea de una educación que tenga un enfoque que busque desarrollar lo mejor que tenemos como seres humanos puede ser un punto de salida.
La educación integral es un enfoque que puede formar ciudadanos comprometidos con la sociedad. Para que sea efectivo, es necesario que los docentes tengan las herramientas y recursos necesarios, y que las instituciones educativas estén comprometidas con el desarrollo integral de los estudiantes.
Se critica a jóvenes y adultos sobre no poder actuar adecuadamente... pero ¿en qué momento se nos dan las herramientas para potenciar nuestras habilidades en una sociedad moderna que solo nos exige resultados y éxito instantáneo?
La ansiedad, el enojo, los individuos que les cuestan trabajar o estudiar, la baja tolerancia la frustración, desordenes alimentarios, problemas en la economía y la contaminación son moneda corriente, parece que el ser humano está fuera de eje.
¿Cómo mejorar como sociedad si nunca tenemos las ideas ni la contención para aprender lo que necesitamos? Por esto repensar el cómo podemos superar esa frustración y convertirnos en nuestra mejor versión para nosotros y los que nos rodean, contar con un modelo que se adecuen a los desafíos de la vida moderna es vital.
La Educación integral:
La educación integral es un enfoque que busca el desarrollo completo del ser humano, considerando todas sus dimensiones, tanto físicas, intelectuales, emocionales, sociales y espirituales.
El enfoque personalista
El personalismo es una corriente filosófica que enfatiza la importancia de la persona humana y su dignidad. Desde esta perspectiva, la educación integral debe centrarse en el desarrollo de las siguientes dimensiones:
Racional: la capacidad de pensar, razonar y tomar decisiones.
Emocional: la capacidad de sentir, expresar y regular las emociones.
Volitiva: la capacidad de actuar de acuerdo con nuestros deseos y valores.
Social: la capacidad de relacionarse con los demás de manera positiva y constructiva.
Espiritual: la capacidad de conectarnos con algo más grande que nosotros mismos.
La educación integral enfrenta diversos desafíos, entre los que se encuentran:
La presión por cumplir con objetivos académicos: muchas veces, la educación se centra en la transmisión de conocimientos y habilidades técnicas, descuidando el desarrollo de las dimensiones personales de los estudiantes.
La falta de recursos: la falta de recursos puede dificultar la implementación de un enfoque integral en el aula.
La influencia de las nuevas tecnologías: las nuevas tecnologías pueden ser una herramienta para el desarrollo integral de los estudiantes, pero también pueden ser un distractor.
Es necesario que los docentes cuenten con las herramientas y recursos necesarios, y que las instituciones educativas estén comprometidas con el desarrollo integral de los estudiantes. Es importante contar y exigir que las nuevas propuestas persigan estas ideas.
Por esto mismo a la hora de cumplir con objetivos académicos tenemos que tener muy en claro cuáles son los verdaderos objetivos para pensar en un conocimiento integrado a mi vida diaria. Además de pensar actividades que tengan un gran aprendizaje pero que no requiera grandes recursos económicos ni de tiempo y enseñar a los alumnos a moderar y controlar el uso de las tecnologías para que sean potenciadores del desarrollo personal y no distractores.
¡En este segmento iremos analizando como hacerle frente a estos desafíos!
*María Constanza Marafuschi es profesora en Ciencias Biológicas de la UNLP, especialista en Enseñanza con Imágenes y magistranda de la Maestria en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales de la UNLP.