
La vacuna nacional contra el COVID-19 “ARVAC Cecilia Grierson”, desarrollada en conjunto por el CONICET, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y el Laboratorio Pablo Cassará, recibirá un apoyo económico de 1.100 millones de pesos por parte de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), en el marco de la última reunión del Directorio de la Agencia y bajo la aprobación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, del Ministerio de Economía y luego del visto bueno del presidente de la Nación, Alberto Fernández.
En octubre se presentaron los resultados parciales de la Fase 1, los cuales demostraron que la vacuna es segura y muy inmunogénica, por lo que el próximo paso refiere a la obtención de la aprobación de la ANMAT para el inicio de los ensayos de Fases II y III. En cuanto al tiempo, se estima que los estudios clínicos de ambas fases serán realizados durante el primer trimestre del 2023, lo que permitiría que ANMAT pueda autorizar la vacuna durante el año próximo.
La vacuna nacional se utilizará como refuerzo respondiendo a las nuevas variantes atenuando la severidad de la enfermedad a pesar de la suba de contagios.
En los estudios de Fase 1, que se realizaron sobre 80 voluntarios sanos entre los 18 y los 60 años con un esquema de vacunación previo completo, se comprobó que unadosis de refuerzo de ARVAC incrementa hasta 30 veces los anticuerpos neutralizantes contra las variantes del virus Ómicron, Gamma y Wuhan.
La ARVAC CG está diseñada para que se pueda almacenar y transportar refrigerada (2 – 8 °C); actualizar su principio activo para hacer frente a nuevas variantes que escapen a la respuesta inmunológica inducida por las vacunas actuales y para que pueda utilizarse de refuerzo.
Al respecto, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Daniel Filmus, afirmó: “La vacuna avanza sólidamente y es un orgullo para la ciencia argentina. Disponer de una vacuna nacional diseñada por nuestras científicas y científicos y producida por una empresa privada representa un caso exitoso de articulación público-privada con impacto en la calidad de vida de las personas”. Y continuó: “Además, impactaría positivamente en nuestras reservas y la posibilidad de generar divisas a partir de su exportación a otros países de la región”.
Por su parte, el presidente de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano, destacó que “cuando las políticas públicas están presentes podemos desplegar todo nuestro potencial latente. Este es un gobierno que elige creer en el potencial de nuestras investigadoras e investigadores, que elige confiar en la capacidad argentina para desarrollar tecnologías innovadoras, que elige apoyar a la ciencia como camino hacia un desarrollo inclusivo y federal”.
El proyecto fue seleccionado por la Agencia I+D+i en el marco de la Unidad Coronavirus, iniciativa coordinada por la Agencia, MINCyT y el CONICET. Recibió distintos refuerzos y apoyos de ambos organismos y las contribuciones del Laboratorio Cassará para resolver los aspectos de escalado, producción y la financiación del ensayo clínico Fase 1. En todo el proceso, la ANMAT supervisó el diseño de las pruebas y evaluó los resultados.